domingo, 11 de noviembre de 2007

el deseo de vivir una aventura por día

Tengo un carozo de damasco en la boca. No se donde tirarlo.
Los domingos han cambiado. Se conviertieron en días bellos, amigables, de los que no huyo más. Durante este fin de semana pensé mucho. Pensé en la drogas. En la soledad. En las compañías.En la madurez. En el futuro. En la comida. En las decisiones. En la tecnología. En lo explicable. En la genialidad. En lo femenino. En la sensiblidad. En mis amigos. En el pasado. En el dinero. En el calor. En el frío. En la belleza. En subtítulos. En el talento. En lo irracional. En la comodidad. En los deseos. En la predisposición. En la depresión. En los abrazos. En los Simpsons. En el cuerpo. En las mallas. En el calazado. En la ropa interior. En la combinación de colores. En los nenes chiquitos. En el caminar. En la sangre. En los viajes. En la literatura. En la tv. En el cine. En las relaciones humanas.En la época del año. En la computación. En los dientes.
Leo esto y pienso: "es verdad todo. pero soy una hinchapelotas".

4 comentarios:

Marlene dijo...

kati vos sos genia

gabiel dijo...

hola che me hice un fotolog digo un blog digo un coso. me hago el gracioso. oso. chau. beso. eso no rima porque soy peresozo.

Agostina Luz dijo...

kate, pensar todo junto en eso es fatal!!! estoy segura que pasa. pensarlo por separado es distinto.
es martes, soy feliz y ya casi llega el verano. y me desvele
y los domingos asi son geniales, ayer dijimos eso con denise. para mi, es la prueba (me encanta esa palabra!) de la doble vida o la vida feliz

Unknown dijo...

Kate, yo tengo días así 3 o 4 veces al día.

Están buenos a veces. Otras no. Pero que ocurran o no no tiene nada que ver con la sensación que nos produzcan, ¿no?